¿Hacer ejercicios?

Para muchas personas, el ejercicio no es parte de su rutina diaria. Solo pensar en ello les genera pereza y prefieren dedicarse a actividades más divertidas o placenteras. Este fenómeno se ha agravado con la pandemia, ya que el confinamiento ha alterado los hábitos y ha desmotivado a muchas personas a realizar actividad física, incluso aquellas que ya tenían una rutina establecida.
Todos deseamos que el tiempo y esfuerzo invertidos en el ejercicio valgan la pena, por lo tanto, es importante revisar nuestros hábitos y comportamientos para asegurarnos de tener sesiones de entrenamiento efectivas.
Hay tres comportamientos principales que pueden afectar el rendimiento durante el ejercicio:

  1. Alimentación: Lo que comes influye significativamente en tu rendimiento durante el entrenamiento. Además de las calorías que consumes y quemas, la elección adecuada de alimentos desempeña un papel fundamental.
  2. «Durante el ejercicio, tu cuerpo y tu cerebro necesitan energía. Si estás bien alimentado, tu torrente sanguíneo tendrá suficiente energía disponible. Si no te alimentas adecuadamente, tu cuerpo deberá recurrir a sus reservas de energía, lo que lleva tiempo».

¿Cómo puedes asegurarte de tener suficiente energía disponible antes de entrenar?

Esto depende de cuándo y qué comes.
Uno de los errores más comunes es no comer adecuadamente antes de hacer ejercicio, lo que puede afectar tanto física como mentalmente. Lo ideal es consumir una comida equilibrada aproximadamente tres a cuatro horas antes del entrenamiento. Una comida bien balanceada incluye:

  • Carbohidratos complejos como avena, quinoa o papas.
  • Verduras coloridas como pimientos, zanahorias o tomates.
  • Proteínas magras como pollo, yogurt natural o huevos.

Si tienes planeado realizar ejercicio de alta intensidad durante más de 30 minutos, también se recomienda completar tus reservas de energía aproximadamente una hora antes del entrenamiento consumiendo algunos carbohidratos simples, como una pieza de fruta o granola.

  1. Recuperación: La forma en que te recuperas después del ejercicio también afecta tu rendimiento general. Es importante darle a tu cuerpo el descanso y la nutrición adecuados para recuperarse y reconstruir los tejidos musculares. Asegúrate de incluir una adecuada hidratación, estiramientos y descanso después de cada sesión de entrenamiento.
  2. Sueño: El descanso adecuado es esencial para un rendimiento óptimo. Durante el sueño, tu cuerpo se recupera y repara los tejidos dañados durante el ejercicio. Intenta mantener una rutina de sueño regular y asegúrate de dormir las horas recomendadas para que tu cuerpo esté preparado para el próximo entrenamiento.

Recuerda que el ejercicio no solo se trata de quemar calorías o mantenerse en forma, también es una forma de cuidar tu bienestar físico y mental. Al adoptar hábitos saludables en la alimentación, recuperación y descanso, maximizarás los beneficios de tus sesiones de entrenamiento y lograrás un mejor rendimiento. ¡Empieza a tomar decisiones saludables para tener sesiones de ejercicio efectivas y disfrutar de una vida activa y saludable!

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